Mike Rizzo, el Julio César de la Serie Mundial

Mike Rizzo, el Julio César de la Serie Mundial

Julio César el gran Cónsul y general romano pronunció dos frases para la posteridad: una, en latín, recordada por Plutarco el historiador griego narrada en Vidas Paralelas  alea iacta est   para instruir a su ejército el avance para traspasar el río Rubicón, que no significa otra cosa que “la suerte está echada”;  la otra, en griego , citada en la obra de Suetonio Vidas de los doce césares “¡Que empiece el juego!”.

Mike Rizzo es el Gerente General del indiscutible equipo campeón de la Serie Mundial de Beisbol 2019 de las Grandes Ligas los Nacionales de Washington, este personaje oriundo de Chicago, Illinois , Estados Unidos, estuvo a cargo del ensamblaje de la novena campeona.

Así como Julio César fue armando la estrategia para convertirse en el hombre más poderoso del Imperio Romano de su tiempo, Rizzo hizo lo propio para llevar a sus jugadores a la cima del beisbol mundial.

Contrató y mantuvo al manager Dave Martínez cuando los del D.C. tuvieron un inicio de temporada con marca perdedora de 19-31; se hizo de los servicios de Gerardo Parra “el baby shark”, que de pequeño no tiene nada es de los más veteranos del equipo campeón, decisión que le criticaron mucho a Rizzo.

Algunos años antes ya no permitió a su comandante seguir en el campo de batalla cuando sobre pasó su techo de entradas, cuidando el codo derecho operado del ahora primer lanzador con record de 5 ganados y cero perdidos en post-temporada e indudable MVP de la Serie Mundial: el señor Stephen Strasburg. Así hizo Julio César con su mejor comandante al no dejarlo ir con él al mismo tiempo a Brindisi, lo cuidó, lo guardó, al final llegó a la última batalla y vencieron.

Michael Anthony cohesionó los conocimientos espontáneos que brinda el beisbol con la frialdad de la sabermetría, construyó un vestidor con buen ambiente, entablando una comunión entre él, Dave Martínez y los jugadores, tanto que tenía la humildad de consultar con éstos últimos las adquisiciones siguientes.

Julio César libró más batallas para convertirse en lo que fue, memorable fue la última que sostuvo para vencer en la Guerra de las Galias, me imagino lo que temblaron Vercingétorix, Orgétorix  y Divicón cuando enfrente de ellos lo vieron a junto a sus comandantes Marco Antonio, Hircio y Tito Labieno, percatándose que los cercaban en su propia ciudad, Alesia.

Rizzo con sus capitalinos regresó a cercar a los Astros para enfrentarlos en su propia ciudad con sus comandantes Strasburg, Scherzer, Corbin, Sánchez, Doolittle, Gomes, Suzuki, Rendón, Zimmerman, Eaton, Kendrick, Robles, entre otros, para enfrentar a los Hinch, Cole, Verlander, Altuve, Osuna, Hernández, Greinke, Rondón, Harris, Peacock, Maldonado, Chirinos, Correa, Bregman, Gurriel, Springer y Reddick como estandartes de los texanos.

Es evidente que no me consta que los galos-celtas temblaron al ver a Julio César y a sus legionarios romanos, como tampoco me percaté del supuesto temblor de los houstonianos al ver a los de la capital, lo que es un hecho es que en post-temporada Verlander tiene record de 0-5 y Strasburg de 5-0 y que los Nacionales son los campeones de la Serie Mundial de Beisbol 2019.

Así las cosas, Julio César regresó a Roma después de las batallas de Alesia y Brindisi, a donde partió sin ser favorito según los expertos militares de esa época, como triunfador de la guerra y Rizzo celebra en las calles de la capital estadounidense con un gran desfile los triunfos de las batallas en Houston, donde también los conocedores de ésta, no le daban a Washington posibilidades de triunfo.

Se equivocaron los expertos antes y después de Cristo, Julio César ganó con menos hombres pero con mejor estrategia, y Washington se coronó con mejor dirección.

En fin, en ambos casos los avezados se olvidaron de que los astros salen para todos.

Por Juan Raúl Gutiérrez Zaragoza

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