Como gobierno y sociedad, nos manejamos, en muchos temas, movidos por lo que está de moda, o lo que nos hace ver como personas actualizadas y pendientes de nuevas políticas públicas, y llegamos a niveles de ridiculez.
Eso pasa, en mucho, con la moda de las medidas precautorias para proteger a la mujer, que nos han llevado al terreno de la ilegalidad.
El martes, un maestro de la Universidad de Guadalajara fue detenido, en la Fil, por presuntamente hacer tomas de la imagen de una chica, con su teléfono, porque a alguien, que pudo ser la misma joven, llamó a la policía para que se lo llevaran, lo que se hizo, sin mayor trámite.
Ello, a pesar de que el acusado pedía que le revisaran su cel para que comprobaran que su aparato no contenía esas tomas.
No sé cuál fue el desenlace de este caso, pero él tema tiene muchas aristas a revisar.
En primer lugar, desde que usted sale de su casa, está expuesto a tomas de imágenes por cualquier persona, y por cámaras en la vía pública, el estacionamiento, la plaza comercial, tú propia oficina, bancos, etc.
Vemos frecuentemente en redes sociales de fotos y videos tomados en la vía pública, sin que nadie pretenda denunciarlo.
Sí esto fuera un delito, Lord Café hubiera levantado una denuncia contra la dama que lo videograbó.
Ah!, pero es que se trata de una mujer. Como si fuéramos ciudadanos de dos niveles distintos.
Esto ya es la paranoia femenina.
Se necesitaría estar loco para no entender que haya leyes y disposiciones para proteger a la mujer, que ciertamente está en desventaja con el hombre, por su condición física, pero de eso, a exagerar esta loable política pública, hay una gran diferencia.
Hace poco, conocí el caso de un amigo, que fue acusado ante la autoridad porque tomó fotos en la calle, y en alguna toma aparecía una joven, que puso el grito en el cielo. Aquí, la autoridad, ni siquiera citó a mi amigo.
Ahora resulta que ante la histórica y supuesta superioridad del hombre, abrazadas de la nueva moda, hay mujeres que no buscan la igualdad con el hombre, sino la superioridad.
Repito: sólo algunas.