El llamado “Rey de los Deportes” inicia históricamente en la perla tapatía en 1946, cuando el equipo llamado los Pozoleros, se unió a la hoy extinta Liga del Centro.
El cambio de nombre y origen de los Charros de Jalisco se da en 1949, fue ideado por el puertorriqueño Miguel Cintrón.

Álvaro Lebrija, médico de profesión y apasionado del beisbol trajo de regreso a los Charros en 1964, su casa era el Estadio Ignacio M. Calderón o Parque Tecnológico de la UdeG.
Los Charros de Jalisco se convirtieron en campeones del beisbol nacional por primera vez hasta 1967, siendo Guillermo Garibay su manager.
Cuando Benjamín “Cananea” Reyes era manager en 1971, Charros vivió una final histórica en la Liga Mexicana de Beisbol ante los Saraperos de Saltillo. Luego de haber perdido los tres primeros juegos de la serie, sorpresivamente gano los cuatro juegos consecutivos que le permitieron adjudicarse su segundo campeonato.
La falta de mantenimiento al parque Tecnológico por parte de la Universidad de Guadalajara, terminó por mudar la franquicia de Charros a la ciudad de Durango, en 1975.
Los Charros volvieron a Guadalajara en 1988, Francisco Eguiarte trajo la franquicia de los Ángeles de Puebla a la ciudad, lamentablemente para los aficionados beisboleros, en 1989 la franquicia se vendió a Monterrey y se convirtieron en «los industriales».
En 1991, Charros inició su último recorrido en la LMB, en 1995 el equipo fue vendido a Oaxaca, su presidente en esa época fue Guillermo Cosío Gaona.

1993 fue histórico, siendo Armando Navarro vicepresidente de Charros contrató al Toro Fernando Valenzuela y al puertorriqueño Pedro Guerrero estrellas de Grandes Ligas en la organización de los Dodgers de Los Ángeles.
En el año 2000 Armando Navarro logró el apoyo del alemán Manfred Ruth y consiguió un crédito de 300 millones de dólares, su proyecto de estadio de beisbol, centro comercial y hotel contaba con el apoyo del entonces gobernador Francisco Ramírez Acuña, se ubicaría junto al Trompo Mágico, el terreno eran 20 hectáreas, la muerte inesperada del alemán terminó con el proyecto
El 8 de abril de 2014, Jaime Castro, dueño de Algodoneros de Guasave, le vendió el total de la franquicia a Armando Navarro.
Los gastos de adaptación del estadio Panamericano de Atletismo para que funcionara como estadio de beisbol, corrieron a cargo del Gobierno del Estado.
Según Armando Navarro el éxito en taquilla de Charros de Jalisco en su regreso a Guadalajara se debe, entre otros factores, a la ubicación del estadio: Zapopan, donde hay gente con mayor poder adquisitivo en comparación con la zona de la sede anterior, el estadio del Tecnológico de la Universidad de Guadalajara.
El hijo de Armando Navarro Peña, dueño de Charros de Jalisco, cumplió su sueño de ser jugador profesional, pero, ¡De futbol! A los 20 años Armando Navarro hijo jugo profesionalmente en la Primera División de Andorra, en el equipo Penya Encarnada.
El 28 de enero de 2019 será la nueva fecha que marque un campeonato más obtenido por ¡Los Charros de Jalisco!
Fotos Jimena Muñoz.